María Jesusa Candal vuelve a la alcaldía de Vilamartín apenas respaldada en el pleno por una veintena de vecinos
 
María Jesusa Candal vuelve a ser alcaldesa de Vilamartín de Valdeorras. Nada más serlo, lo primero que preocupó a la alcaldesa fue que las fuerzas del orden armaran el cordón de seguridad que la protegiera a ella y al nuevo Gobierno. Fue un pleno tenso, precedido de una falsa amenaza de bomba, y cuyo final no vio el alcalde censurado y su Grupo, que antes abandonaron el pleno para dejar al nuevo Gobierno y a la alcaldesa únicamente respaldados por apenas una veintena de vecinos.
 
 
 
 
 
22 de ENERO de 2013: VALDEORRAS DIXITAL

El Partido Popular ganó la alcaldía de Vilamartín de Valdeorras este lunes al prosperar la moción de censura presentada el pasado día 7 contra el ya ex regidor socialista, Enrique Álvarez Barreiro, con el apoyo de dos de los tres concelleiros de la Alternativa Popular Galega, APGá.
La moción devuelve el bastón de mando de la alcaldía a la popular María Jesusa Candal Jarrín, hija del que durante 36 años fuera alcalde de este Concello, Manuel Candal Candal.

El hecho de que la moción de censura prosperara sin ningún contratiempo sobre lo previsto desde el momento en que se presentó es decir, el apoyo suficiente y necesario de dos de los tres concelleiros de la APGá, no quiere decir que el pleno no fuera tenso e incluso sobresaltado.
De una parte, tenso por los gritos e insultos de los vecinos que apoyaban al anterior alcalde socialista y se pronunciaban contrarios a la moción de censura, y sobresaltado por el hecho de que el salón de sesiones ubicado excepcionalmente para la ocasión en los locales de la Asociación Santa Lucía, tuviera que ser desalojado para que la Guardia Civil lo inspeccionara a raíz de una amenaza de bomba que se produjó minutos antes de su comienzo. Y que la Guardia Civil constató que se trataba de una amenaza falsa.

Al pleno no acudió el cabeza de lista de la APGá, el concelleiro Francisco Quintas, lo que no le libró de las críticas del alcalde saliente. Álvarez Barreiro le colocó en la operación, sólo que en en la sombra, y denunció públicamente que "tirou a pedra e escondeu a man porque espera medrar na política".
El regidor saliente, que dio también sobradas muestras de nerviosismo durante el transcurso del pleno, se ausentó de la sesión tras la votación de la moción de censura y proclamar que no reconocía a María Jesusa Candal como alcaldesa de Vilamartín. E hicieron lo propio los tres restantes concelleiros del Grupo Socialista.
A continuación también lo hizo el público que respaldaba a Enrique Álvarez Barreiro en la sesión plenaria, de forma que quedó patente que apenas una veintena de personas, las que quedaron en el Salón de Sesiones, apoyaron con su presencia a Candal Jarrín en su toma de posesión como nueva alcaldesa de Vilamartín de Valdeorras.

Fueron las que, acto seguido a la toma del simbólico bastón de mando de la alcaldía de Vilamartín de Valdeorras, abandonaron con la alcaldesa y el nuevo Grupo de Gobierno, entre los que iban los dos concelleiros de la APGá, el Salón de Sesiones. Eso sí, después de que la alcaldesa ordenara a la secretaria que fuera requerida "a presenza das forzas de orden", y los efectivos de la Guardia Civil armaran el cordón de seguridad al exterior del local de la Asociación hasta el vehículo que los alejó del lugar.
La moción de censura de Vilamartín de Valdeorras es la primera que cambia alcalde en este mandato en la provincia de Ourense, y la segunda que lo hace en Galicia. Sigue, por lo tanto, a la que en marzo de 2012 prosperó en el Concello de Cee, A Coruña, para desalojar de la alcaldía al independiente Ramón Vigo, imputado en la Operación Orquesta.

 
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Por MANUEL DOPAZO