Tres y sin Baltar

 
Por PEPE D.
 
 
 
 
13 de FEBRERO de 2012: OURENSE DIXITAL

Al PP se ha unido últimamente el BNG en O Barco de Valdeorras como martillo de la gestión del Gobierno socialista y del alcalde Alfredo García.
Al que fuera la pasada legislatura martillo socialista de Baltar Pumar en la Deputación de Ourense, los nacionalistas lo acusan ahora de hacer él otro tanto en el Concello de O Barco para convertir contratados temporales en fijos afines a la causa socialista y al alcalde.
Alfredo García calla, los socialistas no responden: ni sí ni nó sino todo lo contrario.
Llegado este punto, a quien tanto habló durante cuatro años en la Deputación de Ourense creo que basta con decirle: quien calla, otorga, don Alfredo. Con diós...

Lo mismo hace, callar, el alcalde de A Veiga.
Edesio Yáñez es de esos personajes de la política rural rancia de esta provincia, siempre ahí, en la sombra con Vicente García Carrasco (ya llovió desde entonces), y al sol desde que montó una de las mociones de censura más absurdamente justificadas: se censuró al alcalde socialista por ser un "ecologista radical".
Fernando Fernández es un tipo bastante sensato, que yo sepa, y Edesio Yáñez un político bastante sospechoso.
Prueba de ello es el tinglado que ha armado para montar un chiringo de aparcamiento en suelo rústico, Red Natura 2000, al que además se le ha inflado el presupuesto más del doble para que saliera a costa de la subvención. Es decir, gratis.
Y lo ha hecho en su pueblo, Xares, donde nadie le tose (otra cosa sería Ponte).
La Xunta, gobierno amigo, procede. Y él calla. Que para decir algo como lo del "ecologista radical" es lo menos torpe que puede hacer.

Luego está el paradigma de lo increíble en Blancos, como no podía ser menos.
Aquí la Audiencia de Ourense le pregunta al alcalde, José Manuel Castro, que le diga de parte del Ministerio Fiscal si el Concello estaría dispuesto a condonar la deuda de 75.000 euros que el malversador ex alcalde, José Antonio Rodríguez Ferreiro, tiene con las arcas municipales.
El pobre lleva ya más de tres años cumpliendo condena en la Prisión de Pereiro, y a la Acusación Pública debe parecerle merecente del perdón municipal.
Al alcalde se le daban dos días para responder. Y lo menos grave del asunto puede ser que poco importe, porque aquel que jamás será ponderado en su justa medida como el inventor de cómo reventar una moción de censura llenando la Consistorial de acólitos (luego lo copió Aquilino en Calvos, que no se olvide el PSOE), jamás estará en condiciones de restituir los 75.000 euros a las arcas de sus paisanos.

Que el Concello de Os Blancos sea inviable, que su deuda se llegue a cuantificar en más de 3 y puede que de 4 millones de euros, que haya sido saqueado literalmente durante décadas por quienes lo gobernaron, eso no interesa.
O Barco, A Veiga y Os Blancos parecen querernos decir que lo absurdo se perpetúa en esta provincia.
Y para colmo, ahora ya no tenemos a Baltar para echarle la culpa.

peped@galipress.com  

 
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