El aviso de uno de los promotores del POLI de que en próximas fechas, quizá la semana que viene ya, se conocerán nombres de los que irán en la candidatura alternativa a la de Rosendo Fernández en Ourense, ha hecho correr como la pólvora este Martes de Entroido las reacciones más que a la posibilidad de aparecer en ella, a la sola asociación que de sus nombres algunos temen que acabará haciendo el ciudadano.
Cuando desde el POLI se dejaba abierta la posibilidad de contar con algún candidato de peso y de reciente pasado político en el Concello de Ourense, no pocos pensaron en Manuel Cabezas. Pero Cabezas no será.

Novoa ya había manifestado hará unos quince días que flaco favor le habían hecho asociando el resultado de sus siglas al Poly por el que todo el mundo le conoce, en política y más allá de ella. También es difícil de creer que él no tuviera algún contacto con los promotores del Partido Ourensán Libre, (que, por cierto, en un principio iba a ser el Partido Ourensán Libre o Liberal Independiente), pero no es menos cierto que cualquiera podría hacerlo sin vulnerar ningún precepto legal y joderle mucho más que ayudarle, que era lo que venía a decir el portavoz del PP caído en desgracia desde el Congreso de 2010 y apeado hace ya tiempo de la lista de Rosendo Fernández.
Novoa asegura que él tampoco será.

El POLI ha dado su primer paso, pero aunque pudiera ser traumático dilucidar el sólo hecho de ser o no ser y resolverlo inscribiéndose en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior, esto no es nada comparado con lo que queda. Lo más difícil está por llegar, y llegará de aquí a finales de marzo cuando el POLI tenga que enseñar sus credenciales al cierre de plazo de inscripción de las candidaturas. Es decir, mostrar quiénes conforman su lista de 27 candidatos, su peso político, social y ciudadano. En definitiva, sus posibilidades, cuántas y cuáles, y su solvencia.
Ahora llega lo realmente difícil, de lo que resultará una alternativa lo suficiente solvente como para ser tenida en cuenta, o, por el contrario, un mero intento más de los que ya tiene habido unos cuantos en esta ciudad.
Llegan los días de la verdad.

Por lo de pronto hay dos que ahora mismo están fuera de toda posibilidad de formar parte del proyecto, el propio Poly Novoa y Manuel Cabezas.
No deja de ser paradójico que aquel en quien parece que pensara el partido cuando se engendró, no quiera saber nada del engendro y asegure haber estado al margen del él. Paradójico aunque también malo de creer, por mucho que le joda a Poly.
Cabezas, por su parte, hace tiempo que ha dejado de mirar la política municipal con un mínimo de atención y más allá de lo que pueda servirle de diversión y entretenimiento. En la ciudad unos cafés, unos amigos y poco más. De la política municipal hace ya algún tiempo, años incluso, que sostiene que “allí donde has estado, mejor no vuelvas”.
Y esta no va a ser la excepción.

Sin Cabezas ni Poly no se vislumbran ahora mismo referencias interesantes para el POLI.