Sigue la Fundición Dúctil B... conquistando la capital ourensana, prolongando la "sociedad" que en su día estableciera Manuel Cabezas, predecesor del actual alcalde. Los bancos llegan hasta la calle Progreso, sorprendiendo al viandante que se pregunta quién podrá sentarse en ellos si no es para contar coches.
Que también podría ser en los tiempos que corren: es gratis.
Por lo demás, los ourensanos hace tiempo que sabemos que cada día más la calle Progreso está condenada a ser la primigenia Vigo-Villacastín, una especie de carretera en plena urbe por la que discurre incesante el tráfico que necesariamente ha de atravesar la ciudad de Norte a Sur.

Ajenos a esta realidad, desde el Concello de Ourense se ha acometido la instalación de bancos en Progreso.
Podría tratarse de la compensación a la saturación de vehículos que diariamente soporta la del Paseo. Si Paseo no es tan Paseo como debiera, Progreso puede ser un espacio idóneo para que el peatón se distraiga, insisto, en contar vehículos, intensidades horarias del tráfico e, incluso, velocidades inadecuadas del tránsito urbano. Y de paso ahumarse.
Tomar el humo desde los bancos o aprovechar los que se sitúen en las proximidades de los semáforos para charlar con cualquier conocido que viaja en algún vehículo que espera el cambio de disco, pueden ser algunas de las distracciones que se nos proponen desde el Concello.