Los 50 concellos con Presupuestos de 2017 han rebajado a 35 el total de los que siguen operando con los de 2016. Pero nada más, porque los 7 que lo siguen haciendo con presupuestos anteriores al pasado año siguen siendo los mismos. Posiblemente en los próximos días desaparezca de la la relación de los de 2015 el de Sandiás, con Presupuestos de 2017 aprobados inicialmente, pero todo lo demás siguen igual que a inicio de año.

De este modo, o no tienen prisa o no ven claro poder hacerlo, concellos como Castro Caldelas, que sigue funcionando con el de 2015; Melón y la capital ourensana que están con los de 2014; Celanova, que sigue funcionando con los de 2012; y A Pobra de Trives y Maceda que tienen vigentes los de 2010 y 2009, respectivamente. En tales casos, además de no cumplir la normativa establecida al respecto (que la Administración central tolera que se vulnere con absoluta impunidad), tales concellos siguen funcionando en la mayoría de los casos con absoluta opacidad es decir, sin transparencia alguna. Frente al caso del de A Pobra de Trives, que publica algunas modificaciones que le ha sido inevitable operar al prorrogar los Presupuestos de 2010 y Sandiás que ha hecho otro tanto en la página de Transparencia de la Deputación de Ourense, Celanova y Maceda, por ejemplo, omiten tales trámites en un intento de aparentar una normalidad presupuestaria y operativa en sus respectivos concellos que, a lo sumo, sólo puede ser muy relativa. Habría que preguntar a sus respectivos alcaldes, por ejemplo, qué ha sido de las inversiones en estos concellos en los años que van transcurridos desde que se aprobaron los presupuestos con los que operan a día de hoy.