Ourense en Común ha vuelto a insistir este jueves en que el Concello de Ourense no ejerce el debido control sobre el sacrificio de reses en el Matadero Municipal de esta ciudad, y las tasas que por dichos sacrificios le abona la empresa que tiene concesionada su gestión. Existe un descuadre en las cifras de reses sacrificadas, insiste Ourense en Común, que el Gobierno municipal se reserva negando la información que este grupo le pide. Curiosamente, el hecho de que los sacrificios que certifica la veterinaria de Sanidade de la Xunta sea superior a la que maneja la concesionaria del Matadero a la hora de abonar tasas al Concello, evita —al menos por ahora— una proyección de este asunto al ámbito de la seguridad alimentaria que podría desatar la alarma social.

De hecho, según este jueves expuso el concelleiro Miguel Doval de Ourense en Común, el propio jefe del servicio de Seguridade Alimentaria de la Xunta de Galicia, José Ángel Viyuela Rodríguez, manifestó consultado al respecto por esta formación que, "palabras textuales, alguien está chuleando al ayuntamiento". Ourense en Común dice tener cifras dispares de reses sacrificadas entre lo que certifica la veterinaria de Sanidade de la Xunta y lo que abonan los responsables del Matadero. A una media de 400, como reflejan los datos del mes de febrero, el descuadre de reses podría estar en torno a 5.000 reses/año. Ourense en Común pide ya los datos de dos años, 2015 y 2016, y lo que va transcurrido de este 2017. Con lo que se podría estar hablando de unas 12.000 reses cuyas tasas presuntamente se habrían sisado a las arcas municipales.

De invertirse la situación (ser mayor el número abonado que el de sacrificios constatados por la veterinaria de Sanidade), el problema podría dejar de ser contable para convertirse en un asunto de seguridad alimentaria. Algo en lo que esta provincia tiene experiencia y precedentes, incluso mucho antes del brote de la Encefalopatía espongiforme bovina o mal de las vacas locas, cuando las administraciones autonómica y estatal hubieron de emplearse a fondo para erradicar el trasiego de ganado foráneo para su posterior sacrificio en la provincia ourensana. En cambio, el proceder del Gobierno municipal con su alcalde al frente permanece ajeno a todo ello: se ha permitido que el informe de la situación aportado al expediente de la comisión de investigación creada en su día, lo expidiera "el propio interesado" es decir, la concesionaria, subrayó Miguel Doval.

Ese informe fue la piedra angular de la documentación que el Concello remitió a la Valedora do Pobo una vez que se interesó por el asunto. La Valedora "da por zanjado esto", indicó Miguel Doval. La jefatura territorial de Sanidade de la Xunta en Ourense "contesta con evasivas", añadió el de Ourense en Común. De Medio Rural de la Xunta "non temos resposta", y el funcionario municipal designado para vigilar y controlar cómo se gestiona el Matadero Municipal "está de baixa" desde hace ya meses, según Miguel Doval. Entonces, cuando Ourense en Común preguntó a la Concellería responsable de Mataderos, se le respondió que "un funcionario pasa puntualmente a recoller a documentación".