Siresa, la concesionaria de la Residencia Universitaria As Burgas de esta ciudad, dice haber cumplimentado la mañana de este viernes en el Concello de Ourense los últimos requisitos pendientes de tramitación para la apertura y puesta en servicio de dicha Residencia. Ahora, Siresa pide al Concello públicamente "que agilice la reapertura de la Residencia As Burgas antes del próximo curso" porque "no hay motivo para seguir retrasando la reapertura perjudicando a estudiantes y vecinos".

Los responsables de dicha Residencia dicen hacer "un nuevo llamamiento de urgencia al Concello", con el compromiso de, además cumplimentar los trámites y requerimientos que se le exigían, "seguir haciendo todo lo necesario para reabrir la Residencia de cara al próximo curso que comienza en septiembre". Segun Aitor García, responsable de Siresa, "perder un año más supondría un grave perjuicio, sobre todo para los estudiantes", y se recuerda que cuando la Residencia se cerró ya albergaba a 180 universitarios.

La empresa dice haber puesto todos los medios para ello y haber cumplido "escrupulosamente y a tiempo" con todos los requisitos y trámites solicitados, "incluso con aquellos que no eran estrictamente necesarios, como la documentación que hemos presentado este viernes ante el Concello", señala Aitor García. Tal documentación fue requerida el pasado mes de abril y consistía en la elaboración del expediente de legalización debidamente firmado y visado, la liquidación de las tasas de legalización y solicitud de licencia, y la declaración de alta para efectos fiscales. Siresa sostiene que tales trámites de legalización no eran necesarios "de acuerdo a jurisprudencia de diversos tribunales", y aún así cumplimento dichos trámites, aseguran sus responsables.

Ahora, Siresa insta al Concello a ordenar el desprecintado de la Residencia y que reciba el Concello las obras de urbanización de los alrededores del edificio. La empresa anuncia ahora descuentos a los antiguos alumnos de la residencia de entre el 15 y el 20%, y la reincorporación a sus puestos del personal que fue preciso despedir al cierre de la Residencia en agosto de 2014.