Un compromiso de Jesús Vázquez Abad, alcalde de Ourense, es lo único que el nuevo regidor de la ciudad podía dar al filo de la una de la tarde de este lunes al Club Ourense Baloncesto para su ingreso en la ACB. Con pies de plomo sobre terreno tan resbalizado, el nuevo regidor ourensano hubo de afrontar en su primer día en la Alcaldía un marrón heredado para el que, al menos esta mañana, no había más compromiso posible que el afrontado por Vázquez Abad.

Ni siquiera había podido firmar los decretos con los nombramientos de tareas y competencias a los concelleiros de su equipo, y expresaba que su primera jornada de trabajo en el Concello "arranca con un traballo de cidade". La situación del COB y la entidad dispuesta a poner los 2,9 millones precisos para jugar en la ACB, exige al Concello y a la Deputación como propietarios de buena parte del accionariado del Club, responder como avalistas ante la entidad bancaria. Pero hacerlo o no pasa porque los Servizos Xurídicos e Intervención Municipal den el visto bueno a la operación, y ni siquiera habían tenido tiempo esta mañana para analizar toda la información relativa a la operación.

"Ao único que podemos chegar é a un compromiso de apoio, non podemos facer nada máis", expresó el nuevo regidor ourensano. El compromiso en cuestión, cuya validez tendrá que decidirla la entidad que aporta el dinero, ABanca, es un compromiso "que fago como alcalde". En realidad se trata de una declaración de buenas intenciones, si se quiere de compromiso con el COB, con su afición y con la ciudad, a expensas de lo que luego resuelvan los técnicos municipales (ya que luego diría Jesús Vázquez que "las decisiones estarán siempre respaldadas por los técnicos, son nuestro bastón de apoyo").

Jesús Vázquez compareció ante los medios de comunicación admitiendo abiertamente que no podía hacer más, y que tanto él como los técnicos desconocían aspectos como si la firma del aval inmovilizaría la partida económica destinada a tal fin. Además, avalar precisaría un acuerdo plenario para el que el Gobierno municipal necesita de la ayuda de otro u otros grupos. Algo de lo que tampoco este lunes el alcalde de Ourense no disponía.