La recusación al alcalde de Ourense, el socialista Agustín Fernández, realizada por el funcionario y asesor jurídico del Concello, Javier García Gago, provocó que el Pleno ordinario de diciembre de la Corporación ourensana fuera presidida durante hora y media por la primera teniente de alcalde, la concelleira Marga Martín.
El alcalde hubo de ausentarse de la sesión por ser parte directamente interesada en la recusación contra él presentada, y no retornó al Salón de Plenos hasta las once menos veinte de la mañana.

Pero además, la recusación contra el alcalde formulada por el funcionario a la hora de someterse a votación el expediente incoado contra él, sirvió un debate que alcanzó por momentos el esperpento político: el PP reclamó la atención sobre el hecho de que la sesión estuviera presidida por una alcaldesa en funciones "imputada", algo "histórico neste Concello", recalcó el portavoz popular, Rosendo Fernández; el BNG anunció ser contrario a entrar en debates sobre asuntos personales, como entendía que es el litigio entre el funcionario y el alcalde, pero el PP le recordó que García Gago pertenece a la central sindical CIG, vinculada al partido nacionalista; y el portavoz socialista defendió la instrucción del expediente, pese a que la recusación del asesor jurídico estaba avalada por 5 concelleiros socialistas, Mónica Vázquez, Susana Bayo, Rodríguez Penín, Alfonso Vilachá y María Devesa, mostrando a las claras la fractura interna en el seno del propio Gobierno municipal.

Para colmo, a la hora de votar no quedó claro qué, exactamente, se votó y se aprobó o derrotó, aunque todo hacía indicar que el expediente había prosperado.