Con el voto en contra de los tres concelleiros del BNG, el Pleno del Concello de Ourense de este mes de julio aprobó una moción presentada por el Partido Popular de condena y "rexeitamento" a acciones terroristas y, en concreto, a las del Resistencia Galega.
La moción incluyó el apoyo explícito a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en sus actuaciones, así como de solidaridad con las víctimas, al tiempo que el rechazo expreso "a calquera acción ou declaración que xustifique, ampare ou lexitime a violencia terrorista, especialmente se proceden de representantes públicos".

El Grupo del BNG explicó su rechazo a la moción, que finalmente no apoyó, como queda dicho, en base a que con ella el Partido Popular busca "demonizar reivindicacións lexítimas como a da autodeterminación de Galiza". Los nacionalistas sostuvieron, además, que la iniciativa carece de sentido porque en Galicia ahora mismo no puede entenderse que exista terrorismo.
Sin embargo, el alcalde de Ourense, el socialista Agustín Fernández, al hilo del debate recordó a la concelleira Ximena González la defensa extemporánea que hizo en un pleno anterior de Arnaldo Otegui, mientras que los populares reprocharon a la concelleira del BNG amenazas más o menos veladas que había hecho así como insultos a periodistas.

El debate en torno a esta cuestión elevó la temperatura del Pleno en un terreno propicio para la concelleira del BNG, que desde su entrada en la Corporación ourensana completando el relevo generacional del BNG en el Concello de Ourense, consumó un endurecimiento de la formación que lidera sólo teóricamente como portavoz oficial Xosé Somoza.