Tras el accidente sufrido por un cazador de Lugo este pasado domingo en una batida celebrada en montes de O Ribeiro de esta provincia, concretamente en el concello de Cenlle, el colectivo Matar por matar, NON denunció este lunes en un comunicado "negligencias" de Medio Ambiente que "siguen causando víctimas", dice el colectivo.
Sin relacionar directamente el hecho del disparo recibido por el cazador, que en un primer momento se atribuyó a una bala perdida de otro compañero de batida, Matar por matar, NON viene a decir que no es de extrañar que este tipo de incidentes lleguen a producirse.

De hecho, señala el colectivo que el domingo contactó con la Guardia Civil de O Carballiño para advertirla de que se estaba produciendo en Punxín una batida pese a la intensa niebla reinante. Uno de los animales resultó abatido por, al menso, cuatro o cinco impactos de bala simultáneos procedentes de armas distintas de participantes en esta batida de jabalí.
Es un hecho, dice Matar por matar, NON, que habla de "la operativa caótica e improvisada de los participantes", que acaban convirtiendo una cacería en un "corre, corre" de vehículos y cazadores por conseguir apuntarse la muerte del animal.

El colectivo denuncia que las batidas constituyen "un auténtico atentado contra las normas que regulan la caza y contra la seguridad de los demás ciudadanos".
Multiplican el peligro por el hecho de que se realizan una vez terminada la temporada de caza menor, dice Matar por matar, NON, "y cuando muchos vecinos ignoran que puede haber disparos en el monte fuera de la temporada de caza a causa de estas batidas".
Matar por matar, NON, dice estar cansado de denunciar ante la delegación de Medio Ambiente de la Xunta en Ourense este tipo de "infracciones rutinarias, constantes y reiteradas". Se han remitido videos, advertido de la posibilidad de que sucedan accidentes como ocurrido en Cenlle, sin que se obre en consecuencia.
Ahora, Matar por matar, NON, denuncia que este tipo de accidentes "ocurren en la mayoría de los casos por la displicencia, la inoperancia y la temeraria tolerancia que la Consellería de Medio Ambiente permite, por su omisión con la violación sistemática de las normas de seguridad que ocurren en estas batidas".