Los indicadores de la Xunta empeoran considerablemente en el caso del Parlamento de Galicia. En la encuesta del CIS, las sensaciones que a los encuestados le produce la labor de la oposición no es, precisamente, buena, y el suspenso se mueve en un arco del 57% de los 4.000 preguntados que catean a PSOE y BNG.
A lo socialistas de Pachi Vázquez los suspenden un 57,2% de los encuestados por el CIS, que son el producto de sumar el 43,6% que valora como "mala" su gestión, y el  13,6% que la valora como "muy mala".
En el caso del BNG, un 40,1% valora como "mala" la gestión nacionalista en la Cámara autonómica, mientras que un 16,8% la cataloga de "muy mala".

Si la labor de la Xunta cuenta con un 39,1% de encuestados que la califica de "regular", y en el caso del presidente, Alberto Núñez, ese porcentaje baja al 35,5%, en el Parlamento de Galicia los de Pachi Vázquez no rebasan el 28,7% y el BNG se sitúa en el 26,7% de esta calificación.
Sólo el 5,8% de los encuestados considera "buena" la labor parlamentaria del PSOE, y sólo el 5% hace lo propio con la del BNG.
Si a esos porcentajes se añaden el 2% en el caso del PSOE y el 4% en el caso del BNG que consideran la labor parlamentaria de "muy buena", el aprobado en la Cámara gallega se situaría en el 7,8% en el caso del PSOE y en el 9% en el del BNG.

Lo cual establece, al menos, dos conclusiones: primera, que el nivel de satisfacción es mayor (si bien deficitario) con el Grupo Parlamentario del BNG sobre el del PSOE; y segunda, que en ambos casos está por debajo de los porcentajes de simpatizantes de ambos grupos en la encuesta del CIS (18,9% del PSOE y 10,2% del BNG).
Lo que habla del desencanto existente entre los propios simpatizantes de ambos grupos con la labor desarrollada por socialistas y nacionalistas en el presente mandato, mayor en el PSOE (7,8% de aprobado frente a 18,9% de simpatizantes) que en el BNG (9% de aprobado frente a 10,2% de simpatía).