Casi 250.000 euros, 247.769, tendrán que ser abonados al Concello de Ourense este jueves, 7 de junio, en concepto de tasas, licencias e intereses de demora por las obras construidas del Centro de Interpretación dos Parques Naturais en Quintela de Canedo.
Así lo afirmó este martes el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, quien compareció ante lo medios de comunicación para dar cuenta de la parálisis que siguen sufriendo este proyecto, de la que volvió a responsabilizar directamente a la Xunta de Galicia y, en particular, a su presidente, Alberto Núñez Feijóo.

Francisco Rodríguez explicó que el Concello no esperará ya más, tras prorrogar los plazos para ingresar el impuesto de construcción y la licencia urbanística, para ingresar los 134.604 euros que la empresa constructora tiene que abonar al Concello en por el primero de los conceptos, el impuesto de construcción, los 60.165 que corresponden a la licencia urbanística que en su día le otorgó el Concello a las obras, y los 53.000 euros generados en concepto de intereses de demora.

En cualquier caso, el regidor municipal explicó que estos pueden no ser los únicos dineros pendientes de gestionar con la paralización de los trabajos, ya que está por dilucidar que va a ocurrir con los 7 millones de euros procedentes de Fondos Europeos, FEDER, que es posible que tengan que devolverse al no materializar el proyecto, y los 3 millones invertidos en la obra hasta la fecha que se perderían al no completarse un proyecto para el que "non hai no horizonte próximo previsión algunha de que se reinicien as obras".
Lo que el alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, volvió a explicar como "un capricho" da Xunta de Galicia. De difícil explicación, añadió, "por canto a Xunta non tiña que poñer aquí ningún diñeiro, xa que o 70% se aportan con Fondos Europeos e o 30% restante con cargo ao que antes era o MARM".

Si las obras no se reiniciaran y el proyecto no se completara, todavía se añadiría un problema urbanístico, medioambiental e, incluso, estético. Ya que "unha obra abandonada é un ámbito de degradación, unha cicatriz indexable", señaló el alcalde de la ciudad.
En este caso, el Concello de Ourense tendría que abordar la reparación del impacto que representa la obra inacabada, de lo cual cabría la posibilidad de exigir daños y perjuicios a los responsables de la paralización del proyecto. Además de la reversión de los terrenos que el Concello aportó para materializar dicho proyecto, que previamente tuvo que adquirir por el procedimiento de expropiación, y que "costaron diñeiro ao Concello de Ourense", recordó Francisco Rodríguez.