Ourense no dispondrá de un nuevo Plan de Urbanismo hasta, "como mínimo", 2015, afirmó este miércoles el portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular en el Concello de Ourense, Rosendo Fernández.
El retraso del nuevo PXOM lo supone "lóxico" el portavoz popular a tenor de los retrasos que acumula el estudio del nuevo planeamiento, lo que el Partido Popular concluye a tenor de las aportaciones de la Xunta de Galicia que el Concello ha dejado de percibir en los años 2010 y 2011.

Rosendo Fernández denunció este miércoles que, con fecha 22 de diciembre, el Concello de Ourense ha pedido la inclusión de una "adenda" (anexo) al convenio firmado en su día con la Xunta de Galicia para afrontar el estudio de dicho planeamiento.
Aquel convenio establecía una aportación económica de la Administración autonómica de 522.000 euros al Concello, de los cuales sólo ha hecho efectivos hasta ahora 52.000 euros, los correspondientes a la anualidad de 2009.
Transcurrido todo el año 2010 sin que el Concello de Ourense reclamase esta anualidad, el 4 de noviembre de 2011 solicitó a la Xunta que se le hiciera efectiva dicha cantidad, lo que no pudo hacer la Administración autonómica por hallarse fuera de período efectivo. A día de hoy, "a Xunta acreditou que non se fixeron os pagamentos segundo de 2010 e terceiro de 2011", lo que, según Rosendo Fernández, supone haber prescindido de 280.100 euros en aportaciones a las labores de estudio del nuevo PXOM.

Estos hechos son los que llevan al Grupo Municipal del Partido Popular a concluir que, con mucha probabilidad, el Gobierno de Ourense no dispondrá del nuevo planeamiento urbanístico para 2013, como anunció en su día, sino para 2015, "como mínimo", dijo Rosendo Fernández. Lo que supondrá un retraso de un par de años sobre los plazos marcados por el propio alcalde, recalcó el portavoz popular.
Además, recordó Rosendo Fernández que ya en 2011 estaba previsto anunciar un anticipo del nuevo Plan, "o que non ocurríu".
"A desidia nos leva a máis atrasos", concluyó el portavoz del PP, quien insistió en la necesidad de contar la ciudad con un nuevo Plan de Urbanismo, sin prolongar más de lo necesario la normativa provisional de la Xunta de Galicia con la que se funciona en estos momentos.