Viajar en Avant, variante de la Alta Velocidad para la línea Ourense-Santiago-A Coruña, es más barato que hacerlo en trenes como el Talgo que han venido funcionando desde hace ya años. Por muy paradójico que pueda parecer, el Talgo entre Ourense y A Coruña cuesta 1 euro con 60 céntimos más que el Avant. Y el Avant sólo consigue acortar el trayecto en 4 teóricos minutos sobre el Talgo de toda la vida.

La Alta Velocidad está más en el trazado ferroviario que en lo que aportan las nuevas máquinas, el propio Avant.
En su día, Fomento ya destacaba que el nuevo trazado ferroviario, especialmente entre Ourense y Santiago, reducía en casi 39 kilómetros el de antes, y se quedaba en los 87,1 en vez de los 126 de hasta ahora.
Para eso fue necesario construir 30 túneles que totalizan casi 29 kilómetros bajo tierra, y 38 viaductos que totalizan otros 19,6 kilómetros por aire.
Lo que viene a decir que menos de la mitad del trayecto a Santiago, 41,3%, se hace en superficie.

Con el acortamiento de distancias y la supresión de pendientes, la LAV sitúa a ya veteranas fórmulas ferroviarias, como el Talgo, en competencia con el Avant, al hacer en 1 hora y 12 minutos lo que el el Tren de Alta Velocidad hace en 1 hora y 8 minutos, 72 minutos contra 68.
Sin embargo, paradójicamente el Talgo cuesta más que el Avant.
Un viajero que retorna a Ourense a las 14:15 horas en el Talgo y que viajó a las 08:00 en el Avant en dirección a A Coruña, pagará para volver 24,10 euros, frente a los 22,50 que pagó para ir en el Avant.
Más rápido y más moderno cuesta menos en la primera de las líneas de la Alta Velocidad que se ha puesto en marcha en Galicia.