Tal y como había avanzado el propio ministro, José Blanco, Fomento y la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias han licitado este viernes los contratos de Colaboración Público Privada para redactar proyectos y ejecución de las obras del AVE entre Olmedo, Valladolid, y Santiago de Compostela. Los contratos tienen un presupuesto global de 2.300 millones de euros, y Fomento subraya que “se trata de la licitación conjunta de volumen económico para una línea de alta velocidad aprobada por Adif en España”.

Los contratos que se adjudican contemplan tanto las obras de montaje de vías e instalaciones ferroviarias, como el mantenimiento y la financiación de parte de las inversiones. Concretamente el montaje de la vía Olmedo-Santiago consigna 647,3 millones de euros a esta realización, mientras que la totalidad de las instalaciones ferroviarias y su conservación entre Olmedo y Ourense suponen una inversión de casi 1.700 millones de euros, según la información facilitada por el propio Ministerio de Fomento.

Así mismo, Adif licitará por le procedimiento también de concurso público convencional las obras de la plataforma que restan para ejecutar la línea en el trayecto comprendido entre Lubián y Ourense.
En este caso, tanto el contrato para el montaje de la vía como las instalaciones ferroviarias se dividirán en dos lotes, Olmedo-Pedralba de la Pradería y desde aquí a Santiago. En el caso de las instalaciones ferroviarias se hacen tres lotes: el correspondiente a las instalaciones de energía en el tramo Olmedo-Zamora-Pedralba de la Pradería; las instalaciones de energía en el tramo Pedralba de la Pradería-Ourense-Santiago; y, pro último, el correspondiente a las instalaciones de telecomunicaciones, control de tráfico y de protección civil y seguridad entre Olmedo y Santiago.

Se abre ahora un proceso de selección de los candidatos que participarán en la etapa de negociación entre los licitadores, lo que Fomento denomina “fase previa”, a la que seguirá la “fase de negociación”, en la que se ya se presentarán ofertas, las iniciales, que, a continuación, serán objeto de negociación de los aspectos de carácter técnico y económico; de aquí surgirá una oferta final que marca la fase definitiva del proceso, en la que ya se procederá a la adjudicación del contrato.

Adif se hará cargo de los “pagos  de obra”, que suponen el 40% del presupuesto de ejecución del contrato, pagos que se harán efectivos ya durante el proceso constructivo propiamente dicho. El 60% restante corresponde a los llamados “pagos por obra diferidos”, que se harán cargo periódicamente con cargo a “deuda a largo plazo, más los intereses capitalizados durante la construcción”.
Por último están los “pagos por disponibilidad”, condicionados a la calidad de los servicios de mantenimiento de las infraestructuras en la fase de explotación. Aquí el plazo de servicio será de 25 años desde la entrada en servicio del AVE, a excepción de las instalaciones de control de tráfico y telecomunicaciones, donde los plazos se rebajan a los 20 años.