Privatización constructivo-sanitaria: buena para Feijóo, mala para Galicia, dice el PSOE ourensano
 
Bueno para la Xunta, sobre todo para el presidente que podrá inaugurar mucho gastando muy poco, pero malo para todos los gallegos. Es lo que los socialistas aseguran que es el nuevo modelo de financiación de infraestructuras sanitarias que propugna el Ejecutivo de Feijóo. El PSOE en Ourense respalda la convocatoria de este domingo en Santiago “en defensa da Sanidade Pública”
 
19 de NOVIEMBRE de 2010: OURENSE DIXITAL

Por la defensa “a ultranza” de la sanidad pública, porque la Xunta pueda dar todavía marcha atrás en sus propósitos, y porque la ciudadanía se conciencia de la involución sanitaria que supondrá la medida, el PSdeG-PSOE de Ourense convoca también a la manifestación de este domingo, día 21, en Santiago en defensa de la Sanidade Pública gallega.
Así lo expresaron este jueves los parlamentarios gallegos por Ourense Juan Carlos Francisco Rivera y María del Carmen Acuña, a los que acompañó la concelleira de Sanidade e Benestar Social del Concello de Ourense, Marga Martín.

Fue precisamente Carmen Acuña la que incidió en los efectos negativos que comporta la privatización tanto de la sanidad pública como de sus infraestructuras, opción por la que aboga el Gobierno de Núñez Feijóo.
La primera llamada de atención de la parlamentaria socialista fue en el sentido de la irreversibilidad que plantea la media. Acuña señaló que “todo o que se leva mal feito ata o de agora aínda pode ser recuperable é decir, é reversible, pero coa privatización non ocurre eso, plantexa unha situación irreversible que, polo tanto, non será recuperable”.
Tanto Acuña como Francisco Rivera incidieron en que privatizar las infraestructuras o, simplemente, adoptar la fórmula mixta público-privada las encarecerá “entre tres e seis veces”, aseguraron.

Hay al menos dos aspectos más que desaconsejan la fórmula que propugna el Ejecutivo de Núñez Feijóo y, por contra, “fai necesario acudir este domingo a Santiago”. Por una parte, señaló Acuña, “é unha fórmula pouco transparente, ademais de parecer, cando menos un pouco, unha estafa”.
En este sentido se refirieron tanto Acuña como Marga Martín a que no parece “de recibo” que se ceda a la Xunta terreno público para construir infraestructuras, cuya construcción luego asumirá la empresa privada.
Por otra parte “esto hipotecará ás vindeiras xeracións”, ya que dicha fórmula permitirá a la Xunta pagar las obras a 20 o 25 años vista.
“Eso sí, a quen beneficia esto tanto como perxudica aos galegos é ao señor Feijóo, porque vai poder inaugurar obras de balde, sin gastar un can”, señaló la parlamentaria Carmen Acuña.

 
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