Desde el mes de junio de 2009 en que se produjo el vertido mortal que arrasó literalmente toda la fauna del río Barbaña, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil mantiene vigilancia permanente de los vertidos de la depuradora de San Cibrao de Viñas. Desde entonces, las tomas de muestras han pasado de ser quincenales a ser diarias, y hoy en día los agentes de la Confederación continúan tomando muestras de agua prácticamente a diario con los que costes que esto representa, además, según ha confirmado el propio organismo de cuenca.
Con dicha vigilancia, la CHM-S tiene conocimiento de los frecuentes vertidos que la depuradora produce al río, por fortuna no todos ellos graves, aunque sí causantes del ya no menos frecuente espumado de las aguas del Barbaña que provoca la depuradora de San Cibrao.

El Concello que preside Elisa Nogueira como alcaldesa acumula ya 7 expedientes desde 2005. Curiosamente el primero de ellos se produjo al año de haber obtenido la depuradora permiso de la Confederación Hidrográfica para verter al río aguas residuales, lo que ocurrió por estas fechas, un 25 de noviembre.
Desde entonces sólo un año, el 2006, el Concello de San Cibrao se libró de ser expedientado. Entre 2005 y 2008 se produjeron los tres primeros expedientes y únicos que hasta ahora han sido resueltos.
En  2009 se produjeron dos episodios de contaminación, uno de ellos el más grave que contabiliza el río Barbaña, el del 24 de junio, que causó la muerte a unos 17.000 peces extinguiendo en su práctica totalidad la fauna piscícola de este río. Expediente este que se halla suspendido por resolución del Consejo de Ministros, a la espera de que se produzca la resolución del proceso penal por delito ecológico que se halla en trámite en el Juzgado de Instrucción número 1 de los de Ourense. Llegado el momento, se da por segura una sanción importante para las arcas del Concello que dirige como alcaldesa Elisa Nogueira.
Siete días después de que se produjera este episodio se produciría otro, el primero de julio, que derivó en el que hacía el quinto expediente que acumula San Cibrao.
Los dos restantes son más recientes, datan de este año y se encuentran, lógicamente, en fase de tramitación.

La Confederación intenta echarle un cable a San Cibrao

Que la depuradora de San Cibrao es la causante de los principales males que sufre el Barbaña resulta tan obvio como que se ha quedado pequeña, y puede que obsoleta, para las necesidades que tiene que atender.
La EDAR no sólo tiene que depurar las aguas residuales urbanas del propio San Cibrao y localidades de este municipio como Veiga, Áspera, Noalla, Ponte Novalla, Reboredo, La Castellana y La Zamorana, sino que incluso cubre las necesidades de localidades pertenecientes ya al concello limítrofe de Pereiro de Aguiar.
Capítulo aparte en la sobrecarga de trabajo que soporta esta Estación Depuradora, la constituyen los polígonos industriales que tiene que soportar a diario: el de Pereiro de Aguiar, el Polígono Barreiros, el Parque Tecnológico de Galicia y, por supuesto, el Polígono de San Cibrao.

En tal situación, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, ya ha adelantado que incluirá en el listado de “obras prioritarias” del organismo de cuenca la nueva EDAR de San Cibrao. Así lo planteará en la próxima reunión de la comisión mixta del Plan Nacional de Calidad de las Aguas firmado por el MARM y la Xunta de Galicia. La Confederación Hidrográfico propone a las dos administraciones, Central y Autonómica, una salida que difícilmente va a poder abordar el Concello de San Cibrao. Y menos en solitario.