Alberguería ya le suena, al menos, a Di Stefano. El autor del relato “La marca del agua”, inspirado en el caso de esta localidad ourensana anegada por el Embalse de Prada, recibió la visita del autor, Santiago Palmeiro, para hacerle entrega de un ejemplar de este relato que también toma al entonces jugador del Real Madrid como referente de aquellos niños que, por entonces, jugaban en Alberguería ajenos al ya próximo devenir de los acontecimientos. Muchos de ellos tendrían que partir para aquel país de donde Di Stefano acababa de llegar. También al veterano ex jugador del Real Madrid esta historia le trae recuerdos de su infancia, cuando el barrio de Boca, al lado del suyo, Barracas, a menudo se inundaba.
 
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2 de NOVIEMBRE de 2009: OURENSE DIXITAL
   

“La marca del agua”, la novela de Santiago Palmeiro inspirada en el caso de la localidad de Alberguería y sus gentes, emigradas muchas de ellas a Argentina tras quedar este pueblo anegado por las aguas del Embalse de Prada en el Xares, llegó a manos del presidente honorífico del Real Madrid, Alfredo Di Stefano.
El ejemplar le fue entregado por el propio autor, Santiago Palmeiro.

En las depedencias del Club de Veteranos del Real Madrid, Palmeiro explicó a Di Stefano que el encuentro se producía a raíz de que el entonces jugador del Real Madrid es uno de los personajes reales sobre el que gira la trama de “La marca del agua”. “Convertido en un auténtico héroe por los niños que aprenden a jugar al fútbol en el pueblo que va a ser embalsado, representa, entre otras cosas, cómo la mecha del fútbol prendió hasta el último rincón del país gracias a él y a los grandes jugadores de su quinta”, explica Santiago Palmeiro.

Di Stefano escuchó interesado la historia de aquellas gentes que hubieron de emigrar, muchos de ellos, al país de donde él precisamente venía a España, y se mostró muy interesado en una historia que conectó particularmente con los recuerdos del ex futbolista: "Mire usted qué cosas, como sabe, yo nací allá, en Barracas, pero el barrio de al lado, el de Boca, también se inundaba muy a menudo", contó Di Stefano a Palmeiro.
Tras afirmar que “soy un lector empedernido”, prometió al autor de “La marca del agua” que, en un plazo de unos quince días, le llamaría para comentarle sus impresiones sobre este relato.

 
 
 
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