El Embalse de Santo Estevo en el que ahora Iberdrola acomete el proyecto “Santo Estevo II”, se inauguró el 23 de septiembre de 1956. También él, como otros muchos de todo el Estado, fue entonces hijo de uno de aquellos “Queda inaugurado este pantano” con el que el Generalísimo ponía colofón a este tipo de actos. Por entonces era “la central hidroeléctrica más potente de Europa”, según aseguraba la hidroeléctrica que lo había construído y explotaba, Saltos del Sil.
Y sólo era capaz de embalsar 45,587 MegaWatios de potencia. Muy poco comparado con los 175 de su segunda fase, el proyecto “Santo Estevo II”, y los 895 de energía embalsada que contabilizaría el Embalse de As Portas construído a partir de 1972.

La cuenca del Sil, con los numerosos afluentes que representan los ríos Bibei, Navea, Xares, e incluso Casoio, Cenza, Conso y Camba, representa para Iberdrola en las provincias de Ourense y Lugo una energía embalsada de 1.444 MegaWatios. Es decir 1.444 millones de watios.
La herencia adquirida por Iberdrola a Saltos del Sil a través de Iberduero, representa 15 embalses con una capacidad de 1.150,8 hectómetros cúbicos de agua retenida. Es decir, 1.150 millones de litros.
Las explotaciones hidroeléctricas acumulan, en parámetros técnicos, una cuenca fluvial de 34.488 kilómetros cuadrados.

En realidad Iberdrola no amplió la herencia recibida de Saltos del Sil y adquirida a través de Iberduero, ya que las tres últimas presas que se construyeron, la de Cenza (construída por encima de la cota de los 1.300 mts. de altitud y destrozando la segunda cubeta glaciar más importante de España y tercera de Europa), la de Edrada y el gigante de As Portas en el río Camba, fueron proyectos que acometió Iberduero.
La absorción de Saltos del Sil por Iberduero empezó a fraguar cuando en 1963 se estableció un acuerdo financiero, en virtud del cual, teóricamente, “Saltos de Sil se incorpora al grupo de sociedades de Iberduero”. Pero ya por entonces Iberduero había adquirido nada menos que el 99% del accionariado de Saltos del Sil. Estaba muy claro cual era el pez grande que se comería al chico.

De los proyectos que actualmente Iberdrola tiene en cartera, ni el de Santo Estevo ni el de San Pedro tienen la envergadura ni el beneficio que el de Santa Cristina reportará para la eléctrica. Sus 750 MegaWatios de potencia no son comparables con los 175/176 que obtendrá con el “Santo Estevo II”, y mucho menos con los 25 del “San Pedro II”.
Actualmente en toda la cuenca del Sil y sus afluentes, el proyecto de Santa Cristina sólo es comparable con el gigante de As Portas, cuya potencia certificó Iberduero nada más construirse en los 895 MegaWatios de agua embalsada.
En cualquier caso, las tres ampliaciones previstas por la eléctrica reportarán a Iberdrola pingües beneficios en una cuenca ya de por sí sobre explotada. Heredó 1.444 MegaWatios de Saltos de Sil a través de la absorción de ésta por Iberduero, y los tres proyectos de A Ribeira Sacra que ahora se dispone a acometer con una inversión no inferior a los 700 millones de euros, aportarán casi 950 millones de watios extra al coloso de las energías.