Fotografía : JOSÉ CERDEIRA 
 

Camilo Ocampo

 
  Ourense contabiliza una merma continuada de autónomos. Ya ocurrió en 2008, donde siempre fueron más las bajas que las altas, pero 2009 establece una progresión alzista de las primeras que hace temer que el año no se cerrará con menos de un millar de bajas. Los autónomos ourensanos, enrolados en la Federación de Autónomos de Galicia, trasladaron este miércoles al subdelegado del Gobierno en Ourense, Camilo Ocamo, un decálogo con una serie de medidas de amparo al colectivo afiliado al RETA. Entre otras, los autónomos ourensanos también quieren no tener que pagar el IVA al final de cada trimestre de aquellas facturas que todavía no pudieron cobrar.
 
 
Ourense continúa perdiendo autónomos, y prevé una perdida de más de un millar en este 2009  
14 de MAYO de 2009: OURENSE DIXITAL

La provincia de Ourense contabiliza en los tres primeros meses del año en curso una pérdida de 262 autónomos afiliados a la Seguridad Social. Según los datos hechos públicos este miércoles por la Asociación de Autónomos de Ourense, esto supone “un importante descenso, teniendo en cuenta que en el total del año 2008 la afiliación al RETA descendió en 657 trabajadores autónomos”.
Quiere decir esto que, de mantenerse la proporción, 2009 cerraría con no menos de un millár de autónomos en la provincia ourensana.

La Asociación señala que esta tendencia a la baja ya se apreció durante 2008, “ya que el número de bajas siempre fue superior al de altas, excepto en los meses de enero y septiembre”.
Estos son algunos de los datos que se desprenden del estudio que ha llevado a cabo la Federación de Autónomos de Galicia, que esta mañana fue trasladado al subdelegado del Gobierno en Ourense, Camilo Ocampo, junto a un decálogo de reivindicaciones de los autónomos gallegos que suscriben plenamente los ourensanos.

Este decálogo que los autónomos gallegos piden al subdelegado que haga llegar al Gobierno central, aboga por luchar contra la morosidad facilitando el pago de las facturas pendientes por parte de las administraciones públicas, pero también plantea a la Administración Central medidas en consonancia con la crisis que incide especialmente en los autónomos y en los pequeños empresarios, así como en las llamadas microempresas.
En este sentido se planea la modificación de la Ley del IVA cambiando el régimen de su pago, de manera que no sea obligatorio la liquidación del Impuesto del Valor Añadido de aquellas facturas que no se han cobrado todavía. Así como rebajar el tipo general del IVA del 16% al 14%, y recucir las tasas.
El decálogo se completa con acciones en materia de ajuste de impuestos a la caída de la actividad, en materia de financiación, rebajar las cotizaciones sociales a los autónomos, fomentar este tipo de trabajo e igualar el trato de este tipo de trabajadores.

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