Mientras la autoridad judicial ha decretado el secreto de sumario del caso, la Guardia Civil prosigue las investigaciones abiertas a raíz del doble crimen que se produjo la mañana de este domingo en la localidad de Amendo, del Concello de Taboadela.
José Martínez de 65 años y su esposa, María Teresa Campos de 63, aparecieron muertos en la huerta próxima a la vivienda en la que residía el matrimonio. El hombre presentada un disparo en el cuello y la mujer dos en el craneo, ambos mortales. Los cuerpos, ya sin vida, fueron hallados por la hija del matrimonio, cuando ésta, como solía hacer los domingos, acudió a la casa paterna con su marido y una hija para comer.

Poco antes de la una de la tarde, la hija del matrimonio se encontró con sus padres muertos en la huerta de la casa, donde los ahora fallecidos tenían algunos animales. La mujer salió corriendo hacia la casa de unos vecinos, desde la que se pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.
Los cadáveres fueron trasladados al Complejo Hospitalario de Ourense para serles practicada la autopsia, al tiempo que el juez encargado del caso, el titular del número 3 de los de esta ciudad, disponía el secreto del sumario.

Aún así, se sabe que las primeras investigaciones se centran en el hijo del matrimonio, quien había sido detenido el pasado día 18 por tenencia ilícita de armas y por amenazar a un amigo, cargos de los que a los dos días salió en libertad. Además, es el principal sospechoso de tirotear en septiembre del año pasado a un operario de Xunqueira de Ambía de las brigadas de extinción de incendios foresales, cuando regresaba a su domicilio de madrugada.
Las relaciones del hijo con sus padres no era, según los vecinos, ni buenas ni fluídas.

José Martínez, el fallecido, se jubiló hace poco más de un año de su trabajo de delineante en una empresa constructora y su esposa era costurera, aunque dejó de trabajar hace unos meses, tras romper una cadera.