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  "Vivimos nunha democracia débil, sin enerxía, que protexe a quen infrinxe as normas de convivencia", señala el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos "Limiar" de Ourense, Manuel Carnero Gómez, al cuestionar la permisividad con la que los "políticos demagogos", dice, actúan ante el consumo de alcóhol y la cocaína en calles y parques públicos de la ciudad. El vicepresidente de "Limiar" cuestiona que lo único que se haga en Ourense sea controlar un poco los horarios de los bares, permitiendo todo lo demás.
 
 
Desde "Limiar" se cuestiona que en calles y plazas de Ourense "circule o alcohol, corra a coca e roden as pastillas"  
7 de ENERO de 2009: OURENSE DIXITAL

En una carta abierta dirigida a los medios de comunicación , el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos "Limiar" de la capital ourensana, cuestiona la permisividad que se hace del consumo de alcohól e incluso drogas como la cocaína y las pastillas en calles, plazas y otros lugares públicos de la ciudad. Según Manuel Carnero Gómez, "vivimos nunha democracia débil, sin enerxía, que protexe a quen infrinxe as normas de convivencia".
El vicepresidente del "Limiar" acusa a los "políticos demagogos" de confundir la juventud con sus propuestas de dejar a los jóvenes hacer "o que lles veña en gana na rúa, nas prazas e nos parques".

Manuel Carnero denuncia públicamente que "centos de pastillas, e gramos e gramos de cocaína son tomadas e esnifadas en plena vía pública, e logo a invadir as zonas de copas", señala el vicepresidente de "Limiar", para quien lo único que se hace es controlar a los bares en materia de horarios.
El vicepresidente de "Limiar" dibuja la siguiente situación a resultas de tanta permisividad: "nenos e nenas absolutamente borrachos pululando polo centro da cidade ás oito ou nove da mañá dun sábado ou dun domingo, adolescentes fora de sí as dúas ou tres da madrugada, logo de pasar polo botellón consentido polas autoridades".

Según Carnero Gómez, la permisividad de los responsables del orden y la seguridad de las personas en la capital ourensana, produce que en las calles, plazas y parques de esta ciudad "circule o alcohol, corra a coca e roden as pastillas".

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