60.000 euros en concepto de indemnización es lo que tendrá que abonar el Concello de Vilamarín a la empresa Cárnicas Doval, a la que un día le concedió licencia para montar en este municipio un matadero de porciono y vacuno con sala de despiece y fábrica de embutidos, que nunca se le debió conceder.
Por eso el BNG pide la dimisión del regidor municipal, petición que derrota la mayoría de gobierno de 9 ediles del Partido Popular.
Sin embargo, los nacionalistas insisten en que el alcalde, el popular Amador Vázquez, senador ourensano también por el PP, es el principal responsable de una irregularidad que se remonta ya a 1990. Según el portavoz nacionalista, Miguel Carballo, "daquela o rexedor aseguróulle aos viciños, reticentes co proxecto, que se trataba dunha inofensiva fábrica de embutidos e que ía dar emprego a moita xente".
Por contra, recuerda el BNG que ya entonces los trámites para la concesión presentaban múltiples irregularades, como que el suelo donde se pretendía instalar (en la localidad de Bouzas) era no urbanizable, existía un informe técnico del ingeniero agrónomo en el que se manifestaba que "o proxecto parece ser concebido mais para ser matadeiro que fábrica de embutidos", y la Xunta Local de Sanidade informó negativamente la pretensión del empresario "por incumplir a regulamentación técnica sanitaria e, nun primeiro momento, a Comisión Provincial de Medio Ambiente fai un informe desfavorable", señala el portavoz nacionalista.
Para el BNG, al margen de otras responsabilidades que se le pudieran imputar al regidor municipal, "se ven claramente responsabilidades políticas", por lo que los ediles nacionalistas planteaban en el pleno de las ocho de la tarde de este lunes, además de la dimisión de Amador Vázquez como alcalde, el abono "solidario o individual" de los 60.000 euros cuyo pago al empresario se ve ahora abocado el Concello de Vilamarín.
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