No sólo no le soportaba ya ni su propio Grupo, el Gobierno del Partido Popular en el Concello de Vilamartín de Valdeorras, sino incluso su hija, a la que Candal Candal había colocado en el número 2 de la lista en las elecciones municipales de 2007. Así que estaba claro que la cuerda rompería por la parte más débil en la que se había convertido la Alcaldía de este Concello ourensano, pese a los 36 años que llevaba en el puesto el veterano regidor municipal de Vilamartín. A última hora de la mañana de este jueves, Manuel Candal Candal materializaba su cese como edil y alcalde de este Concello.
Eso sí, Candal se fue dejando constancia de su impronta: lo último que hizo fue cesar a los dos tenientes de alcalde, uno de ellos su propia hija, María Jesús Candal.
Candal explicó, únicamente, que "le he hecho caso a Baltar, no a ellos", dijo refiriéndose a los cinco ediles del Partido Poplar que en el último pleno de Vilamartín habían decidido plantarle cara al alcalde no acudiendo al pleno y dejándolo completamente sólo y en clara minoría ante la oposición. Entre los que no asistieron se encontraba la que ahora se perfila como el relevo de Candal, María Jesusa Candal Jarrín, la hija del ya ex alcalde de Vilamartín de Valdeorras.
Sólo un par de horas antes de que se produjera el cese de Candal, el presidente provincial del PP ourensano, José Luis Baltar Pumar, se había negado a concretar nada respecto al desenlace de los hechos y lo que el presidente del Partido Popular consideraba que debía ocurrir. Pese a que Candal había dicho que la decisión que tomara estaba en manos de "su" presidente, Baltar Pumar únicamente dijo que "el xa sabe o que ten que facer". Reconoció habérselo comunicado, pero declinó hacerlo público.
El cese de Manuel Candal producirá el acceso al escaño del siguiente de la lista en las Municipales de 2007, que debería ser la número 7 de la lista, Antonia González Fernández. Extremo que todavía está por confirmar.
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