Frente a las 7 conseguidas en 2011, el BNG tiene ahora 6 alcaldías en la provincia ourensana (que serán 5 cuando en 2017 releve en A Rúa el socialista Fernández Gudiña a María Albert).
Los nacionalistas mantienen con mayoría absoluta las de Allariz y Catrelo de Miño.
Mantienen también la de A Mezquita, sólo que ahora con el apoyo únicamente del PSOE y sin el del PP, como en 2011.
A estas 3 suman con el apoyo de los socialistas otras 3: las de Baños de Molgas, Viana do Bolo, y, como queda dicho, A Rúa.

Cogobiernan sólo con el PSOE, y lo hacen en Barbadás y Verín, con lo que inician mandato tomando parte en 8 concellos ourensanos.
Unos resultados más que aceptables si se tiene en cuenta que el BNG no se presentó ahora en 36 concellos de esta provincia, lo que suponía perder de antemano 4.500 votos y 30 concelleiros; que finalmente el 24 de mayo pasado perdió 11.000 votos y 39 concelleiros con respecto a 2011; y que de las 7 alcaldías logradas en 2011 los nacionalistas perdieron Manzaneda, Vilar de Santos y Maceda por la escisión de Anova y Compromiso por Galicia, y finalmente A Bola al trasvasarse Teresa Barge al PP. El BNG llegó al final del mandato en esta provincia con sólo 3 alcaldes, los de Allariz, Castrelo de Miño y A Mezquita.

Los resultados del BNG en el conjunto de la provincia nada o, a lo sumo, muy poco vuelven a tener que ver con la debacle sufrida en la capital.